"Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Llevad mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas." Mateo 11:28-30

Rezamos por ti

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El dinero puede ofrecer comodidad o facilidad, pero no puede curar tu corazón. Sólo Dios puede llegar a los lugares rotos dentro y traer la verdadera curación y la paz.

Nuestra esperanza en Cristo va más allá de la propia muerte. Con su resurrección, Jesús conquistó la tumba y nos prometió la vida eterna. En Él, la muerte no es el final, sino el principio de una vida nueva y eterna.

"No temas, porque yo estoy contigo; no temas, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra justa". Isaías 41:10

Dios convierte nuestro quebrantamiento en algo hermoso. Cada lucha nos moldea, revelando Su gracia y la fuerza que nunca supimos que teníamos.