A medida que nos adentramos en otro mes de este emocionante nuevo año, ¡nos sentimos agradecidos y humildes por tener ya tanto que compartir! Durante nuestro reciente viaje a Puerto Rico, tuvimos un asiento de primera fila para algunos acontecimientos verdaderamente alentadores en un país verdaderamente hermoso. Desde conectarnos con pastores hasta ministrar en prisiones e involucrarnos con jóvenes, cada día estuvo lleno de oportunidades dadas por Dios para ser testigos del poder transformador del Evangelio en acción.
Día 1: jueves 18 de enero
Nuestro viaje a Puerto Rico comenzó con una oleada de actividad y expectación. A nuestra llegada a la iglesia El Sendero de al Cruz, nos recibieron los medios de comunicación para entrevistarnos, lo que brindó a Nick la oportunidad de hablar directamente con el público puertorriqueño y marcó el tono de los impactantes días que nos aguardaban. Poco después, compartimos una cálida cena con el pastor, su familia y otros líderes de la iglesia, conmemorando el notable 40 aniversario de la iglesia.
El servicio vespertino fue una ocasión trascendental, con unos 1.800 asistentes (predominantemente líderes y pastores de iglesias) reunidos para honrar el hito del aniversario. Hubo una hermosa y unificadora sesión de adoración, seguida de una sentida oración del pastor principal y, por último, el esperado mensaje de Nick. Compartió un desafío inspirador para la iglesia en Puerto Rico a permanecer firmes en sus esfuerzos evangelísticos y dar prioridad a alcanzar a los jóvenes. En medio de la incertidumbre, Nick les instó a "no dejarse atrapar por lo que pasará después... centrarse en el momento".
Día 2: viernes 19 de enero
El día comenzó con una importante reunión con el Gobernador de Puerto Rico y sus colaboradores. Nick se sintió alentado al encontrar un genuino sentido de apertura a la libre expresión del evangelio en toda la isla. Nick también propuso la idea de que Puerto Rico sirviera como "remanente" o plataforma de lanzamiento para que los misioneros llevaran el mensaje de Jesucristo a las iglesias estadounidenses, haciendo hincapié en la sencillez del evangelio.
Tras esta profunda mañana, Nick tuvo el privilegio de formar a más de 1.200 empleados públicos, dotándoles de herramientas para un liderazgo y un servicio eficaces. Por la tarde, visitamos una prisión en Bayamón, "La Fortaleza", comprometiéndonos con 175 reclusos hambrientos de esperanza. Ser testigos de cómo 25 personas entregaban sus vidas a Jesús fue otro momento de alegría dada por Dios y la afirmación de nuestros esfuerzos, marcando el comienzo de un nuevo capítulo a medida que NickV Ministries extiende su alcance a las 33 prisiones de todo Puerto Rico.
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Día 3: Sábado 20 de enero
El sábado, Nick tuvo la alegría de dirigirse a más de 1.300 jóvenes. Su entusiasmo y receptividad fueron abrumadores, y más de 300 jóvenes se comprometieron a seguir a Jesús. ¡Alabado sea Dios! Fue una vez más un testimonio del poder del Evangelio para transformar corazones e inspirar a una nueva generación a caminar en la fe.
Día 4: Domingo 21 de enero
Nuestro viaje culminó con un gran evento en el Coca Cola Music Hall, donde 4.000 personas se reunieron para adorar y escuchar el mensaje de esperanza. Con una audiencia adicional de 3,3 millones de personas a través de la televisión y la radio, el impacto se extendió mucho más allá de las paredes del lugar. Fue una conclusión digna de nuestro tiempo en Puerto Rico, reafirmando nuestro compromiso de difundir el amor de Cristo a todos los rincones del mundo. Marcos 16:15
Hasta la próxima
Al reflexionar sobre nuestro satisfactorio tiempo en Puerto Rico, no podríamos estar más animados y confiados en lo que Dios está haciendo este año para transformar vidas y comunidades. Desde pastores hasta prisioneros, desde jóvenes hasta las masas, cada encuentro fue un testimonio vibrante de Su gracia y misericordia. Dejamos Puerto Rico con el corazón lleno de gratitud y anticipación por el trabajo continuo que tenemos por delante. Gracias por sus oraciones y apoyo mientras seguimos adelante en la fe, confiando en la provisión de Dios en cada paso del camino.